Me ves aquí de pie y no me dices nada,
yo no te pienso esperar sentada,
Tú no me supiste apreciar y te toca aguantar.
No soy la misma chica dulce, eso pasó,
gracias a tí todo cambió.
Y ahora soy:
El torbellino que arrasa
con todo lo que pasa,
el oleaje del mar
que nadie se atreve a cruzar,
el animal venenoso
que asusta al más valeroso.
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